Saco la cabecita y os miro con ojillos risueños. He vuelto. Sí, ya sé que mi plan para Turín se acabó yendo a hacer puñetas y escribí lo justito. Pero aquí estoy otra vez.
Claro, ahora que se ha terminado el mes de Eurovisión, mucha gente pensará que esto se ha terminado hasta el año que viene y aquí paz y después gloria. Lo cierto es que no. Porque ya os lo digo, Eurovisión no se acaba nunca.
¿Cómo se va a acabar un festival con 67 años de historia, cerca de 2.000 canciones participantes, incontables líos internos y externos y muchos países de Europa participando? Si se estira del hilo eurovisivo, aparece todo el contenido que quieras. Y eso es precisamente a lo que voy a dedicar La Fustería durante los próximos meses de “temporada baja”.
Durante estos meses, La Fustería pasa a ser una newsletter semanal. Cada sábado por la mañana os enviaré carta, con un formato ligerito.
Los Tablones continúan, con cuatro cositas que haya pasado durante la semana. Será la conexión con la actualidad.
Más Madera pasa a ser un capitulito de la historia de Eurovisión. Algo que me guste, que me parezca interesante o curioso, o que me apetezca escribir. Como dice una referente, la periodista Nieves Concostrina, no os voy a contar nada nuevo, pero os lo voy a contar de otra manera.
El Clavo Suelto sigue tan suelto como al principio. Una canción que me apetezca poneros para cerrar. Como hoy, que me he acordado de las Sestre y os las voy a presentar.
El Clavo Suelto
Las Sestre tienen una de mis historias favoritas de todo Eurovisión. Y además, hablamos de la realeza: son una de las canciones de mi Top 10 histórico.
Las Sestre son un trío de drag queens que representaron a Eslovenia en Eurovisión 2002. Fueron las primeras artistas drag que participaron en el festival como artista principal (ya os contaré más).
“Samo ljubezen”, que significa “Solo amor”, es una de las canciones más populares de aquel país en el festival, nivel que cuando estuve en Liubliana acabé cantándola con como 20 eslovenos a la entrada de un pub. Es el Europe’s Living a Celebration de allí. Hasta los LPS, sus representantes de este año, que no habían nacido cuando las Sestre fueron a Eurovisión (¡Ay!), dijeron que era su canción favorita de su país.
Sin embargo, en su momento su elección fue muy polémica, ya que se cargaron a la favorita, Karmen Stavec, que acabaría yendo el año siguiente con una canción bastante normalita.
Además, a los homófobos del país les sentó regular. Tanto que hubo protestas en las calles, se debatió en el parlamento y hubo quien pidió que se retirara la candidatura. De hecho, en base a esto, en el Parlamento Europeo se llegó a debatir si Eslovenia estaba preparada para entrar a la Unión Europea a la vista de la movida.
Al final, un bajísimo puesto 13 en Eurovisión con lo flojo que era 2002; 33 puntos, pero lo más importante: se fueron con el cariño de toda esta gente.
Ale, el sábado os escribo. Y perdonad la tardanza :)
Luis.